El comportamiento de los consumidores en el sector automotriz ha cambiado en los últimos años, reflejando nuevas prioridades y valores. En España, la conciencia ambiental, la eficiencia energética y la tecnología a bordo son factores cada vez más determinantes al elegir un vehículo. Esto ha llevado a que los fabricantes adapten sus modelos y estrategias de marketing a estas tendencias.
Una de las tendencias más claras es la preferencia por vehículos sostenibles. Los compradores muestran interés creciente por coches eléctricos e híbridos, no solo por su menor impacto ambiental, sino también por los beneficios fiscales y económicos que ofrecen. Las marcas han ampliado su oferta para cubrir distintos segmentos y presupuestos, desde urbanos hasta SUV eléctricos.
La conectividad y la tecnología en el vehículo también influyen en las decisiones de compra. Sistemas de navegación avanzada, asistentes de conducción, conectividad móvil y funciones de seguridad inteligentes se valoran cada vez más. Estos elementos permiten a los conductores disfrutar de experiencias más cómodas y seguras, y se convierten en un factor de diferenciación entre modelos.