Otro elemento importante es el filtro de aire, que evita que polvo y partículas entren al motor. Cambiarlo regularmente contribuye a un mejor rendimiento y a la eficiencia del combustible. Asimismo, el sistema de combustible debe ser revisado periódicamente para garantizar un flujo adecuado y evitar problemas de inyección.
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Las bujías y el sistema de encendido también influyen en el funcionamiento del motor. Revisarlas y sustituirlas según las recomendaciones del fabricante asegura un arranque fiable y un rendimiento constante. Además, permite mantener una combustión eficiente y reducir emisiones contaminantes.
En resumen, cuidar el motor implica atención a varios elementos clave: aceite, refrigeración, filtros, combustible y encendido. Mantener estos componentes en buen estado garantiza un rendimiento duradero, evita averías costosas y mejora la experiencia de conducción. En España, la revisión periódica en talleres especializados es una práctica recomendable para todos los conductores.